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En un mundo laboral cada vez más exigente, donde la presión, la hiperconectividad y la incertidumbre se han vuelto la norma, el liderazgo empático dejó de ser una virtud opcional: hoy es una competencia estratégica. Numerosos estudios, como el de Harvard Business Review (2023), han demostrado que el liderazgo y la relación con los jefes impactan significativamente el bienestar mental de los colaboradores. En ese sentido, contar con jefes cercanos y empáticos puede marcar una diferencia fundamental en la salud mental de los trabajadores.
Un liderazgo empático no solo reduce el estrés y el agotamiento, sino que también impulsa la productividad, la innovación y la retención del talento. En otras palabras, cuidar a las personas es también una forma inteligente de cuidar los resultados.
Jersonn Lizarbe, nuestro mentor experto en Talento Humano comenta en el siguiente artículo que la empatía es clave para proteger la salud mental en las organizaciones.
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Un jefe cercano no es aquel que invade, sino quien acompaña. Se interesa genuinamente por su equipo, reconoce las necesidades emocionales de sus colaboradores y construye relaciones basadas en confianza. La empatía, por su parte, permite al líder comprender lo que viven sus trabajadores y actuar con humanidad ante las diversas situaciones que enfrentan.
Según un estudio publicado en Journal of Occupational Health Psychology, los líderes empáticos se asocian con menores niveles de agotamiento emocional y mayor satisfacción laboral. Asimismo, investigaciones indican que la calidad de la relación jefe-colaborador influye directamente en los niveles de estrés, motivación y desempeño.
Los jefes empáticos y cercanos no nacen, se construyen a partir de hábitos cotidianos que fortalecen el vínculo con sus equipos. Algunos comportamientos clave son:
Así como hay prácticas que fortalecen el vínculo con los trabajadores, también existen conductas que lo debilitan y afectan su bienestar emocional. Entre los errores más comunes:
La salud mental en el trabajo no depende solo de programas de bienestar o talleres ocasionales, sino del tipo de liderazgo que se ejerce a diario.. Un liderazgo empático:
Las organizaciones que desarrollan este tipo de liderazgo observan mayor compromiso, creatividad y sentido de pertenencia, factores determinantes para la sostenibilidad y el crecimiento.
Aún existen líderes que confunden empatía con falta de autoridad. Sin embargo, la evidencia muestra lo contrario. El liderazgo empático mejora la toma de decisiones, fortalece los vínculos y aumenta el rendimiento del equipo (Goleman, 2004). En tiempos de incertidumbre, los equipos buscan referentes humanos, no solo técnicos.
Ser un jefe cercano y empático no es solo un rasgo personal deseable, es una competencia estratégica. Las organizaciones que promueven este tipo de liderazgo no solo protegen la salud mental de sus trabajadores, sino que construyen culturas organizacionales más sostenibles, humanas y productivas. Porque cuidar a las personas también es una forma de cuidar el negocio.
Jersonn Lizarbe, mentor experto en Talento Humano. Con gran experiencia ayudando a las empresas a fortalecer las soft skills de sus colaboradores a través de la psicología; mejorando su bienestar y desempeño.