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Negociar no es solo cuestión de convencer al otro, sino de encontrar acuerdos que realmente funcionen para ambas partes. Ahí es donde radica la importancia del método Harvard de negociación, una estrategia reconocida a nivel mundial por su enfoque colaborativo, práctico y empático.
En esta entrada de blog, te explicaremos a profundidad qué es el método Harvard de negociación, su importancia y los elementos que lo conforman.
Tabla de contenidos
Es una de las técnicas de negociación más reconocidas en el mundo empresarial y académico. Su objetivo es lograr acuerdos beneficiosos para todas las partes involucradas, centrada en el diálogo, el respeto y los intereses comunes.
Para ello, busca entender lo que realmente quiere cada parte (sus intereses), más allá de lo que pide en un inicio (sus posiciones). Así, se fomenta una negociación más abierta, constructiva y basada en la confianza, lo cual es especialmente útil en relaciones personales, profesionales o comerciales de largo plazo.
El método Harvard de negociación es especialmente útil en contextos donde la relación entre las partes es importante, como en el mundo laboral, los negocios o incluso en la vida personal. Estos son los beneficios de aplicarlo:
El método Harvard de negociación se basa en siete elementos esenciales que guían el proceso para lograr acuerdos efectivos y duraderos:
La negociación involucra a individuos con emociones, percepciones y relaciones. Es fundamental separar los problemas de las personas, para evitar que los conflictos personales entorpezcan la solución del problema real.
Más allá de las posiciones que cada parte adopta, están los intereses o necesidades verdaderas que motivan esas posturas. Entender estos intereses es clave para buscar soluciones satisfactorias para todos.
Consiste en generar múltiples alternativas antes de decidir, explorando ideas creativas que puedan beneficiar a ambas partes y ampliar el abanico de soluciones posibles.
Son las opciones que cada parte tiene si no se llega a un acuerdo. Conocer y valorar las alternativas propias y del otro ayuda a negociar con mayor seguridad y realismo.
Las decisiones deben basarse en criterios objetivos y justos, como normas, precedentes, leyes o estándares, para que los acuerdos sean aceptados y sostenibles.
Las partes deben definir claramente qué acciones van a tomar y en qué tiempos, asegurando que los acuerdos sean concretos y aplicables.
Es fundamental mantener un diálogo claro, abierto y efectivo, donde se escuche activamente y se expresen las ideas sin generar malentendidos ni conflictos.
Como puedes ver, el método Harvard de negociación es una herramienta estratégica para construir acuerdos duraderos y relaciones saludables. Adoptar este enfoque puede marcar una diferencia significativa en tu entorno profesional, especialmente si deseas negociar con respeto, claridad y resultados positivos para todos.
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